viernes, 11 de enero de 2013

11 de Enero - Nos recibe Barcelona.

Arriba el ómnibus nos esperaban aproximadamente 4 horas de viaje. Nos pusimos al día con mis compañeros Esteban y Mile. Se ve que venían medios cansaditos por que la mayoría del recorrido la pasaron así. Yo me dediqué a mirar paisajes y pueblos. Algún día volveré a visitar Sitges y Casteldefels.


La llegada a Barcelona la sabía mi compa, tenia todo marcadito en mapa, metros que nos llevarían al depto, la mejor estación para bajar y así y todo, nos perdimos. La confusión era que la altura de la calle que teníamos las dos en mente era el 6... pero realmente era 154. Lo divertido es que cuando buscamos la altura 6 no existía, y no había forma de que nos podamos ubicar.  Muertos de ir y venir con todos los bolsos encima decidimos parar a comer algo y ahí chequeamos y vimos el numero correcto.
Genial... como 2 hs más tarde llegamos al depto. Pero por suerte la chica que nos esperaba era divina y nos espero, nos ubico y llegamos felices y contentos. Ya estábamos en Barcelona!!!! =)

Dejamos las cosas y salimos a caminar. Estábamos a pocas cuadras de la calle Catalunya, la que nos iba a llevar hacia la rambla y al puerto. No dudamos en tomar ese camino. De regreso entramos a La Boquería. Qué lugar agradable para sacar miles de fotos!!! Acá van algunas.








De regreso nos abastecimos en el super y esa noche Esteban nos hizo pollo al horno con papas. Y miramos el partido inaugural.
Algo que le daba color a nuestra estadía en el departamento compartido era la presencia de una parejita yanqui- mejicana. Que andaban celebrando su amor por la ciudad y los tuvimos que soportar. AL llegar esa noche estaban haciendo una paella y tuvieron la cena romantica en la mesa, por ende tuvimos que esperar un buen rato hasta que se dignen a ir a 'dormir'.

Luego nos tocaba a nosotros descansar. Al día siguiente nos esperaba el primer día  del evento que hace mucho tiempo deseabamos  presenciar.
Mundial de Handball España 2013 Acá estamos!!!


7-10 de Enero - Pisamos España, 4 días en Valencia.

Llegamos al aeropuerto de Valencia casi a medianoche. Solamente estábamos en el edificio los que llegamos en ese vuelo, y absolutamente nadie más. El metro que debíamos tomar para llegar al nuestra morada por estos días estaba cerrado. No quedó otra que tomar un taxi.
La sensación estando arriba del auto era rara. Creo que casi todo el recorrido lo hicimos en silencio. No se si para no despertar a los habitantes de la ciudad o por que teníamos melancolía de lo que dejamos atrás.
Estos días los íbamos a pasar en la casa de Silvina, otra nyc (nacida y criada) en El Bolsón. Las 3 nos conocíamos de vista, sabíamos quienes eran nuestros papás, las 3 jugabamos al handball en el mismo equipo, pero al menos yo nunca había cruzado palabra con ella. Pero fue instantáneo, nos encontramos y fue como si nos conociéramos de siempre.Estar a mas de 10 mil kilómetros de nuestras  nos hacía sentirnos acompañadas y como en casa.
Nos acomodamos en la habitación y té de por medio charlamos un buen rato.
Planeamos que haríamos los días de estadía. Por mi parte sabía que iba a seguir a Mile a donde ella quiera ir. No había estudiado absolutamente nada de la ciudad, ni el mapa, sólo sabia que estaba la ciudad de las ciencias y ya. Mi idea era pasear, descansar y conocer las famosas rebajas españolas! jaja

A la mañana despertamos, desayunamos con mate y tostadas con dulce de frambuesa ( si si, bieeeen bolsonense la cosa) y emprendimos caminata hacia el centro de la ciudad. El punto de referencia era el puente moderno, que cruzaba lo que antes era el río y ahora hay espacios verdes y muchas, muchas!, canchas de futbol. Apenas cruzamos eso empecé a notar gran cantidad e banderas españolas por todos lados, y ahí fui cayendo donde estabamos.


El país se encontraba en temporada de rebajas, realmente todo muy barato. Por recomendación de Silvi fuimos mirando cosas, precios y no compramos enseguida. La cosa era buscar y si te enamorabas de algo ahí si comprarlo. Por que te podía pasar que volvías al otro día y eso no estaba mas.

Recorrimos hasta encontrarnos con el marido de Silvi, Francesco, para ir a almorzar. Era la primera cata de comida española y lo que decidimos fue entrar a los '100 montaditos', que son una especie de baguette chiquita con muuchas combinaciones de ingredientes para ponerles adentro. Mi elección fue roquefort, calamares y mi preferida tortilla (de papas) con ali oli (mayonesa con ajo).


Continuamos la caminata pasando por la oficina de turismo, y ya con mapa en mano fuimos hacia la plaza de la reina. Un lugar divino, donde abundaban las estrellas federales y los arboles con naranjas que dan una calidez espectacular.
Allí se encuentra la catedral en al cual decidimos subir al campanario y hacer algunas cuantas fotos, y estaba divino por que caía el sol y daba una imagen impagable de la ciudad.




En la continuación pasamos por la estación de trenes y un lugar de corrida de toros en la que actualmente en su interior tenía un circo.


Pasamos por el supermercado, viendo precios realmente baratos. Lo mas sorprendente era una coca cola de 2 litros a 1€ (haciendo la conversión serian 7 pesos en ese momento). Hicimos la cena colaborando un poco todos e inmortalizamos ese momento. digan wiskyyyyy!!

El segundo día si fue de compras. El corte inglés, woman secret, Stradivarius, Bershka, eran de los lugares preferidos. Hicimos algun que otro gastito en el lugar.
Tambien paseamos por el centro, volvimos a comer montaditos y rumbeamos hacia el mar.



Incursionamos en el metro valenciano, que nos dejó a orillas del mediterraneo, con una imagen muy linda de playas inhabitadas y un mar calmo. Justo en ese momento recibo llamado de nuestro compañero de aventuras mundialista,para ver si nos encontrabamos antes de emprender el viaje a Barcelona. Cosa que nunca ocurrió jaja. La caminata siguió pasando por la costanera, viendo los locales cerrados y algun que otro artista que hacia castillos en la arena. Llegando al puerto ves el puerto, con lujosos veleros amarrados y alguna que otra persona. Ah y gatos! esos abundaban.




Metro nuevamente y a casa. Aunque la foto no lo diga, sabiamos MUY bien donde estabamos jaja.

El siguiente día iba a ser muy entretenido. Madrugamos para ir a la Ciudad de la Artes y las Ciencias. La duda era si ir caminando o en algun transporte. La elección fue la mejor, a pie. Pasamos el hermoso puente de las flores, donde habia plantadas cientos de estrellas federales que me fascinan.

En el camino iban apareciendo edificios grande y modernos, como el del Palacio de la Música y a lo lejos el Palacio de las Artes Reina Sofía. Antes de llegar a este ultimo nos encontramos con un hermoso perrito que nos animamos a tocar y la dueña nos contó que se llamaba Tango. Claro que antes nos dijo muy convencida de que eramos argentinas. 



Ya ingresadas en la famosa ciudad nos ibamos a encontrar con el Palacio de las Artes, Hemisferic, Umbracle, Museo de las Ciencias y el Oceanografico. Por el tiempo que teniamos disponible decidimos solo entrar al de las ciencias.


Sacamos las entradas y almorzadesayunamos por que nos esperaba una tarde larga de entretenimiento y teniamos que cargar energias. Mi foto con el cartelito daba indicios de que habia dormido poco.

El lugar es formidable. Hay miles de cosas para entretenerse tengas 5 o 100 años. Creo que en ese rato tuvimos todas esas edades!  Mi lugar favorito fue el teatro de la electricidad donde pasé de voluntaria e hicieron que mis pelos se vuelvan un poco locos. Y también el simulador espacial, donde estábamos en la estación que daba vueltas y nos contaba que era todo el primer astronauta español. Luego volamos en el cohete que despegó, tocó  y volvió a tierra. Era adrenalínico pero más lo era saber que Mile se mareaba de nada. Por suerte no pasó a mayores.





De allí fuimos a buscar a Silvi a su lugar de trabajo, compras de por medio y a casa.
El último día entero en valencia lo ibamos a ocupar para ir a un pueblo cercano llamado Bonaire donde habia un shopping lleno de todas las marcas a precios muy baratos... Fueron horas y horas recorriendo y gastando euros. Pero el saldo fue positiviiiisimo. Esta fue mi inversión.

Metro a casa y a preparar el bolso para el proximo destino.


De Valencia me fui encantada. Era raro ver tanta gente de edad, pero decian que los jovenes estaban, tal vez estudiando o tal vez de vacaciones. Es una ciudad tranquila. Lo raro es cuando te cuentan las costumbres. Como que si se quieren reunir los amigos lo hacen en bares. Es raro que entre ellos conozcan la casa del otro. Las  fiestas son de poca gente, como todo muy distante. Y que tambien es dificil hacerse amigos si sos extranjero. Más allá de eso creo que podría vivir tranquilamente en esta ciudad.
Me llevo de esta ciudad a Silvi y Francesco que nos hicieron sentir muy bien, acompañados, y sobre todos fueron muy pero muy divertidos divertidos. Ojalá el tiempo nos haga encontrar nuevamente.

A la mañana siguiente nos encontramos con Esteban en la estación de bus, para rumbear hacia Barcelona. 
Data de color es que el bus tenia wifi y no era última generación. (Vamos empresas argentinas! pongansé las pilas)