sábado, 5 de enero de 2013

5 de Enero - Versailles, París, Ivry.

Hoy era nuestro último día de pase. Ya empezabamos a sentir un poco de melancolía por que se terminaban los días en París.
Volvimos a madrugar, ya no recuerdo el desayuno, pero el espresso estaba seguro.
Esta vez madrugabamos para viajar a unos 50 km de la ciudad capital. Nos esperaba Versailles. Lugar donde residió Luis XIV después de abandonar lo que ahora es el Louvre. Tomamos el RER C que nos llevaba al pueblo. Allí recibí el primer reto ( y unico) por apoyar las patas en el asiento frente al mio. En un trayecto subieron músicos que amenizaron el viaje. Hubiera estado bueno que dure todo.


Para hacer linda la siguiente lectura les dejo para que hagan play en este tema.




Llegamos a Versailles, donde se bajaba casi toda la gente que venia en el tren, no fue dificil llegar a destino. No sin antes pasar por la oficina de turismo para pedir algo de información y mapa.
Caminas unos 300 metros y ya divisas el imponente castillo. Con su estatua del rey dando la bienvenida.
Era temprano, no tuvimos mucha cola que esperar. Si nos hicieron pasar los bolsos y abrigos por scanner.



Algo que me gustó del ingreso es que estaba todo señalizado, las flechas nos llevaban a un salón donde retirabas una audioguía. ( si, al fin aprenderemos bastante de éste lugar)
El recorrido seguía señalizado, había bastante gente adentro pero nunca te chocabas ni te sentías aprisionado, todos en filita, escuchando y mirando.
Pasamos por habitaciones, bibliotecas, comedores, salones... El más lindo para mi, el salón de los espejos.





Finalizado ese recorrido, dejamos las audioguías y partimos a los patios. Una pena que sea invierno, por que estaban tapadas algunas estatuas, las fuentes no andaban y el verde no eran tan verde. Era muy bueno ver gente corriendo por los parques, tranquilamente podría correr todos los días por ahi.





Pasado el mediodia emprendimos el regreso. Volvimos a la estación, y nuestra siguiente parada era la estacion del Pont du Garigliano. Destino Parque de los Príncipes, estadio del PSG. La idea era ver si conseguiamos algo de handball. En la boutique preguntamos, y primero no sabia que era handball, y preguntó. Claramente ninguna de las chicas que estaban ahí tenían idea de que era eso ni de donde era la cancha. Punto en contra PSG, creo que solo hincharemos por el Ivry y el Montpellier.
Luego de esto fuimos a Paris Story, un pequeño cine donde en una hora te cuentan la historia de París, relatada pr Victor Hugo. Recomendable hacerlo al principio de la estadia. Queda a una cuadra de la Opera Garnier. Ese sería el último día que la veriamos a diario. (Miss you Opera)
Allí subimos al metro, para ir al anteultimo destino del día, donde quedamos maravilladas. Parece otro lugar, con casitas mas bajas, con un poco más de color, un poco mas de actividad para nuestros gemelos!. La subidita era un buen ejercicio para que al menos no duelan solo los piecitos.
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Empezaba a lloviznar y pisamos a Place de Tertre donde se encuentran muchos artistas presentando sus obras y otros que te hacian tu retrato en un par de horas.





Caminando unos pocos metros nos encontramos con el Espacio Dali, que gracias a nuestro pase ingresamos gratarola. Otra vez lo mismo, mucho arte, pero no cazabamos una. Es más, pensabamos que eran obras de Dalí reales, pero no, tooodas eran copias. Fue un casi fiasco. Igual saqué algunas fotos.



Al salir y regresar a la plaza quedamos encandiladas con las bellas luces azules que estaban encendidas en los arboles.Los negocios también encendían sus luces y comenzaba otro momento feliz. Mercado de por medio empezamos a ver la iglesia del Sagrado Corazón. Simple, sutil  hermosa. la rodeamos y en las escaleras del frente nos sentamos a escuchar a un señor inglés que interpretaba canciones. Daban ganas de quedarse a vivir allí. Y una pena no haber ido los días antes para poder volver, por que realmente vale la pena.





Como dije antes, nos podríamos haber quedado toda la noche, pero nos quedaba un lugar historico más y después el delirio más grande de la estadía en París.
Usamos el fonicular para bajar a la calle que nos llevaría al Molino Rojo. Todo muy lindo, pero no ibamos a entrar, por eso foto recordatoria y a tomar el metro rumbo a Ivry, si a Ivry!!!!

Y los no aficionados al handball se preguntaran que tiene Ivry? Allí hay un equipo donde juegan los hermanos Simonet, dos chicos Argentinos. Allí también hay un restaurant italiano que en su carta tiene dos platos, con el nombre de Sebastián y Diego.  Como mi compañera de viaje lo adora al segundo, no íbamos a irnos si no pedíamos esos manjares. Tal como nos había indicado uno de ellos, era bajar del metro, doblar, mirar para arriba y te encontrabas con Pizza Pazza. Y ahí entramos. Tiene camisetas de muchos jugadores de la selección de Francia y tambien de los chicos Argentinos. No podíamos no posar con ellas. Y yo con la de mi querido Jerome. Mientras preparaban nuestros platos, y nosotras paseabamos se presentó el dueño del lugar, Ali, que charló con nosotras. Lo divertido es que habia mezcla de francés, inglés, italiano y español en nuestra conversación, y nos pudimos entender algo. Llegaron los platos, que eran ricos. El mio era como una milanesa a la napolitana pero con berenjenas arriba y papas. El de Mile no tenia berenjenas.
Cuando terminamos la cena le preguntamos a Ali donde quedaba el club. Nos despedimos de él anticipando tal vez un reencuentro en Granollers- Barcelona en el Mundial de Handball.
El club nunca lo encontramos, aunque cuando volví a Argentina y lo busqué si habíamos pasado enfrente, pero nada nos indicó que era èl. Volvimos al metro y a casa.





Ya en casa, nos encontramos con Christian, el dueño del depto donde viviamos. Cuando le contamos que terminamos en Ivry, puso cara divertida y tuvimos que contar la misma historia que leyeron arriba.
Era nuestra última noche en París, y empezabamos a estar sensibles. La primera parte del viaje se estaba terminando. Pero nos alegraba saber que lo que venía también iba a ser bueno. =)